La postura es importante para la columna cervical.
La cabeza y la columna vertebral tienen que estar en equilibrio en la
línea de gravedad. La mala postura, la obesidad y debilidad de la
musculatura abdominal, cambian la estática de la columna, aumentando las
curvas normales, lumbar y dorsal, y tienen que compensarse la
inclinación de la columna cervical hacia delante.
También los trabajos que requieran encorvar la
espalda y flexionar el cuello exigen mayor tensión y producen fatiga
muscular.
Todas estas alteraciones posturales habrán de
corregirse si se quiere controlar el dolor cervical. También la tensión
emocional hará que se contraigan los músculos del cuello. Una persona
nerviosa y tensa suele tardar más en recuperarse.
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